
En las vociferaciones de los guerreros locos,
en el tintineo escandaloso del oro,
en el jaleo vanidoso de los rastros,
en el alarido de las sirenas de ambulancias,
en el estruendo de políticos graznando,
en el tumulto de pantallas pequeñas y grandes ,
en las tormentas retóricas de teólogos,
en el silencio ensordecedor del amor ausente,
intentar,
aunque sea una vez,
susurrar la voz de un poema.
3 commentaires:
cuando suena la música de un poema
los ruidos y los gritos enmudecen
... islas de calma entre tormentas de neón y plástico, ceremonias de la confusión artificiales ...
exquisito susurro
un abrazo
Et merci infiniment pour mettre ces Havres de paix et de rêves qui nous permettent de nous évader, ne serait-ce que l'instant de cette lecture...
Bisous Sophiste!
Besito Camille !
sí, por favor...
y que yo pueda oír ese susurro tuyo...
me ha encantado...
un beso
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